El proyecto Dolce Isola busca integrar el mercado de los dulces por medio de un retail especializado en la venta y personalización. A través de la conceptualización se apropia el edificio creando espacios singulares como lo son las fábricas, enfocadas en la personalización de los dulces en distintos ambientes, y las islas que incorporan espacios de diferentes alturas para generar experiencias sensoriales. El edificio se integra al espacio público permitiendo la permeabilidad entre los volúmenes dando al usuario la posibilidad de observar la actividad que se da en primera planta, e invitando a las personas a entrar al recorrido. La geometría del proyecto se logra gracias a la programación visual en dynamo, se crea una interfaz de códigos parametrizables que formen 6 volúmenes principales que se vinculen a través de esferas de distintas alturas y permita la alteración del código, para así tener distintas iteraciones de una misma propuesta volumétrica.