El edificio de La Cepal es entendido como una “unidad simple y autónoma”. Consta de un anillo perimetral y un patio interior donde se alberga una serie de volúmenes para actividades comunes. Con el fin de unir el anillo a estos componentes, se hizo uso de conectores cubiertos, libres de apoyo, para obtener fluidez espacial hacia los patios interiores. Cada volumen fue abordado de acuerdo con sus requerimientos formales y según su interacción con el medio. El primero de ellos corresponde a la sala de reuniones de comités o el “Diamante”, cuya dimensión es relativamente pequeña y consigue liberarse del suelo apoyándose sobre una reducida fundación. El segundo, de carácter representativo, consiste en “El caracol”, donde se albergan las salas de conferencias y constituye el elemento dominante de todo el conjunto. Por último, se halla “El núcleo”, destinado a funciones generales de información, además de servir como acceso al complejo.